Cuando en verano estábamos cerrando la plantilla no podíamos imaginar, con todas las bajas que habíamos tenido (del equipo de la temporada pasada nos faltan cuatro jugadores) que cerraríamos la primera vuelta con unos resultados como los que hemos logrado. Y más después de las tres duras derrotas con las que arrancamos la competición (5/8 contra Rubí, 3/9 contra el CPLV y 0/9 contra Molina, todos los partidos en casa). Pero ahora nos vemos con la categoría salvada y con el billete para la Copa del Rey en el bolsillo.
Y nuestro equipo ha conseguido este billete a lo grande. Una más que previsible derrota de Orcas en Canarias ante el Molina les daba el billete, pero los nuestros ganaron al España en su pista con un contundente 3/7 que les ponía en la Copa por méritos propios. Es cierto que el España tenía varias bajas, pero los nuestros también, ya que del equipo titular faltaban Miguel Cruzat, Daniel Cruz y Pablo Mata. Además, la derrota de Orcas ante Molina se produjo, lo que nos coloca en una sexta posición más cerca del quinto puesto que que del séptimo. Todavía hay mucho trabajo por hacer pero lo conseguido cumple con creces los objetivos.
Como hemos dicho más arriba no comenzamos bien la competición, pero en la cuarta jornada la victoria en casa contra el Metropolitano con un marcador de 5/1 nos daba la tranquilidad suficiente para afrontar el resto de la competición, además de que se estrenaba Julián León, internacional colombiano, un jugador indispensable en el buen rendimiento del equipo a partir de ahí. Lo que no sabíamos es que iba a ser el último partido con toda la plantilla. En la siguiente jornada fuimos a Oropesa sin ninguno de los dos primeros porteros (Luís y Jaime Carballo) y Máximo Belizón, jugador junior, tuvo que ponerse bajo los palos, con un papel protagonista para lograr la victoria en la prórroga en una de las pistas más difíciles de la liga. Ahí ganamos el partido y un portero.
El siguiente partido era contra Tres Cantos en su casa, y el día anterior perdíamos a Miguel Cruzat por una lesión. No sólo perdíamos el partido, si no que Daniel Cruz era expulsado a vestuarios, y le caía una sanción de tres partidos. Para rematar Pablo Mata se marchaba al Mundial de Hielo y no podíamos contar con él. Nos quedábamos sin tres jugadores para afrontar el final de la primera vuelta.
Pero el equipo no se arrugó y, a pesar de las importantes bajas, encadenó tres victorias consecutivas, dos de ellas fuera: 3/5 en Castellón, 5/1 en casa ante Castellbisbal y 3/7 en Mallorca ante el España, logrando así cinco victorias en los últimos seis partidos, un balance espectacular, que solamente ha superado el líder de la liga.
A diferencia de otras temporadas, donde arrastrábamos el problema de no marcar goles, esta estamos anotando con facilidad, habiendo conseguido 38 goles, lo que nos da un promedio de 4,2 goles por partido. Pero las derrotas han sido muy abultadas, así que los goles en contra son demasiados (48, 5,3 por partido), la cifra más alta de toda la competición. Está claro lo que hay que hacer para poder mantener el buen ritmo.
Y estos resultados se han logrado con la aportación de todo el equipo, ya que no se puede destacar a nadie por encima del resto, pues suman puntos todos, algo fundamental para no depender solamente de un jugador. Luego falta la estrella y todo se viene abajo.
Ahora nos llega un mes de enero durísimo, pues jugamos como visitantes contra Rubí y Valladolid, enfrentándonos después en cuartos de final de la Copa del Rey al Molina. Y el siguiente fin de semana nos vamos a Canarias a jugar otra vez contra el Molina y, antes de volver a casa para jugar contra Orcas, tenemos que visitar la pista del Metropolitano.
No lo tenemos fácil, pero después de la gran primera vuelta y el buen juego desplegado nos podemos permitir mirar hacia arriba, sobre todo por que vamos a recuperar las bajas, lo que nos va a dar una profundidad de plantilla bastante necesaria.
Ya tenemos los objetivos cumplidos, ahora no nos tenemos que dormir, hay que aspirar a más y no regalar nada. Si no llegamos más arriba que sea por que nos han ganado, no por que hemos perdido nosotros.
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